10. Magia

Aileen lleva más de media hora decidiendo qué ropa llevarse a Glimmerbrook. Solo sabe que está en la montaña, pero no sabe si hará frío o calor.

Ella no lo tiene claro. Y está nerviosa porque no sabe que se va a encontrar allí. ¿Y si no hay nadie que le pueda ayudar a averiguar algo sobre su madre? ¿Y si ya es demasiado tarde?

Debe afrontar sus miedos. Lleva nerviosa varias semanas, solo de pensar qué se puede encontrar. Y no entiende de dónde le salen esos temores, pues lo mejor que le puede pasar es que conozca parte del pasado de su madre y averiguar algo más sobre ella misma.

Ha tomado la decisión de ir sola, pues es un asunto muy personal y no quiere compartirlo con nadie. De momento. Solo hay una persona a la que sí le contará todo, y esa es Kat. Entre ellas ya no hay secretos y es la única que lo sabe todo de Aileen, y viceversa.

Después de un viaje de varias horas, llega a Glimmerbrook al caer la tarde. Debe reconocer que el sitio es precioso y le invade una sensación de nostalgia extraña.

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Cuando Aileen tuvo aquel viaje astral en donde contactó con su madre, ésta le dio el nombre y apellidos de una persona en particular. Al principio había dudado mucho en hacer esa llamada, pero era lo único que tenía, así que ¿Qué podía perder?

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Selene, la ha citado en la misma posada donde se aloja. Es un lugar tranquilo, y todo lo que la rodea tiene un aura mágica.

La mujer llega puntual, y curiosamente Aileen también. Es la primera vez en su vida que no llega tarde a algo. No se lo cree ni ella.

Aileen le cuenta, como buenamente sabe y puede todo lo que ha descubierto sobre su verdadero padre y el trágico final de su madre. Le habla, también, de su capacidad para ver auras, de sus dondes dormidos, del viaje astral que tuvo y en el cual sus padres le contaron toda la verdad.

Selene escucha atenta y en silencio todo lo que Aileen le cuenta. No osa ni abrir la boca para preguntarle. Deja que se desahogue y le cuente todo lo que tiene guardado.

-Siento muchísimo por todo lo que has tenido que pasar. Perdimos el contacto con tu madre en el momento en que Allan falleció.

-Pensábamos que quería "desprenderse" de su magia y criarte de manera normal y no dentro del aquelarre, a veces se ha dado el caso, pero nos extrañaba viniendo de tu madre.

-¿Magia? Mi madre era...

-Si, niña, tu madre era bruja, tu abuela también lo era. Y tú también lo eres. Y como bien has dicho, tienes tus dones naturales dormidos.

-¡Madre mia, estoy flipando! ¡Mi madre y mi abuela brujas! -Aileen está que alucina con la reciente información- Quién lo hubiera dicho. Y usted, ¿de que las conocía?

La mujer sonríe mirando a Aileen de manera dulce. Es clavadita a Annie cuando ésta tenía la misma edad.

-Bueno, las conocía porque tu madre era mi hermana. Soy tu tía, Aileen.

A Aileen le explota la cabeza. En cuestión de segundos miles de preguntas le pasan por la mente. Quiere decirlas todas, pero se pone nerviosa y se le traba la lengua.

Que curioso, toda la vida creyendo que estaba sola y no tenía más familia que el cerdo de su carcelero, y de la noche a la mañana todo cambia, las máscaras caen y las verdades salen a la luz. Y ahora, Aileen, descubre que tiene familia materna y por ende, un aquelarre que la va a recibir con los brazos abiertos.

-No hace falta que te diga que eres bienvenida al aquelarre, tu aquelarre por derecho. Eres una de nosotras y aunque tengas tus poderes dormidos, sigues siendo una bruja.

Vamos, quiero enseñarte una cosa.

Selene y Aileen caminan sin prisa por los preciosos y otoñales paisajes de Glimmerbrook. El aire trae un ligero olor a pan recién hecho, a café, a flores silvestres, y Aileen disfruta cada detalle y se siente como en casa a pesar de que nunca ha pisado ese lugar ni esas tierras.

-Y ¿siempre habéis vivido aquí? -Aileen curiosa-

-Claro. No sé si lo sabrás, pero Glimmerbrook es el lugar de la magia por excelencia. Todos los que vivimos aquí, tenemos relación con ella de alguna manera.

-¿Qué tipo de brujas sois? Bueno, somos...

-Nosotras somos brujas que usamos la magia blanca, la que no daña. Jamás la usamos para hacer el mal, está en contra de nuestros principios. Nos basamos en la Tierra y en sus ciclos, en las energias que nos rodean. Hay magia en todos lados, Aileen.

-Y yo...¿Yo puedo llegar a ser igual que vosotras?

-Aileen, ya eres igual que nosotras. Solo vas a necesitar estudiar un poco algunas cosas, pero por lo demás, ya eres una bruja. Lo llevas en tu ADN.

Al final del camino, no muy lejos de la posada donde Aileen ha pasado la noche, hay una casa, algo vieja pero bien cuidada. Lleva años deshabitada, pero Selene se ha encargado de mantenerla limpia y en buen estado.

-Aileen, sé que acabamos de conocernos, pero déjame decirte algo que creo debes saber. Luego tú, ya haces lo que consideres oportuno.

Aléjate de ese ser oscuro que tienes cerca tuyo. No te hace ni te hará ningún bien...

Aileen sabe perfectamente a quién se refiere. Y sabe que algo de razón tiene. Últimamente está más cansada de lo normal y él está alimentándose cada vez con más frecuencia. Tiene que alejarse, sí, por su propio bienestar.

Al llegar a la vieja casa, Selene saca una llave y abre la verja, a la que le falta un poco de aceite. La puerta se abre pesada y chirriante.

-Esta casa pertenecía a tu abuela. Siempre decía que cuando ella dejase este plano, yo debía hacerme cargo y ocuparme de mantenerla limpia y en buen estado, porque llegaría un momento en que alguien volvería a darle uso y calor. Y ahora entiendo que ese momento ha llegado y ese alguien eres tú.

Ven, entremos y te la enseño, estoy segura de que te va a gustar.

Y Selene tiene razón, una vez más. Aileen se queda sin palabras cuando sus ojos van descubriendo cada objeto de la casa. Todo en ella le llama poderosamente la atención. Y se ve viviendo ahí, un pensamiento fugaz, pero que le hace replantearse muchísimas cosas.

-Esta casa es tuya, sobrina. Te pertenece a ti. Así lo quiso mi madre. Puedes mudarte cuando quieras y estés preparada.

Aileen alucina. No sabe ni que decir. Es una decisión que no se debe tomar a la ligera, pero le gusta lo que ve y como se ha sentido desde que ha pisado Glimmerbrook. Tiene que consultarlo con la almohada.