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  • Foto del escritorBetts Sims

3. Encuentros...

En cualquier otra ocasión, Ian, hubiese dado largas por entrar estando ya a punto de cerrar, pero esta vez, la mirada del chico le indicó que realmente necesitaba confesarse. Así que volvió a la sacristía y se vistió de nuevo con las ropas de su oficio.

Ian volvió y con un gesto de cabeza le indicó al chico que ya podía meterse en el confesionario.

-Perdóname padre porque he pecado...

Después de mantenerme firme un tiempo he vuelto a caer en la tentación, mi adicción me ha vuelto a superar y otra vez estoy empezando a perder el control.

Tengo la sensación de que esta será la última, mi tiempo en este mundo se agota. Mis demonios interiores cada vez son más fuertes y siempre están al acecho...

...esperando cualquier momento de debilidad para intentar hacerse con el control. Me están

volviendo loco.

No sé por cuánto tiempo podré seguir siendo yo. Intento alcanzar la luz antes de que eso suceda pero no consigo encontrarla, frente a mí solo hay oscuridad...

...y estoy solo, ni siquiera consigo ver a Dios.

Ian había estado en silencio todo el tiempo. No había osado abrir la boca para preguntar, pues la voz y la confesión del chico estaban tan cargadas de desesperación que prefirió dejarle terminar.

Todas y cada una de esas palabras habían llevado a Ian a un pasado que quería olvidar por encima de todo, pero sabía que siempre estaría ahí. Comprendía y empatizaba con el chico, porque si de algo sabía él era de adicciones, muy a su pesar.

Ese chico necesitaba ayuda y no por rezar cinco "Padre Nuestro" y seis "Ave Maria", lo iban a salvar. Él necesitaba otro tipo de ayuda, alguien que aunque solo fuera escuchando sus palabras, sus miedos, sus dudas, entendiese de qué hablaba. Cualquier tipo de adicción era perversa y podía llevar al fin.

-¿No va a darme ninguna penitencia, Padre?

-No creo que la necesites.

-No me malinterpretes...¿Cómo te llamas? Me gusta saber el nombre de la persona con la que hablo.

-Abel.

-Creo que lo que tú necesitas, Abel, es ayuda pero de otro tipo. De otra manera.

-Yo estoy dispuesto a ayudarte, si tú quieres y aceptas.

No podía dejar que ese chico saliese de la iglesia así de perdido. Si al menos él le tendía una mano y le ofrecía su ayuda, quizá se lo pensaría y volvería.

El chico no dijo nada, se quedó inmóvil pensando largo rato.

-Te noto bastante perdido y créeme, yo pasé por un momento similar hace años. Rezar un Padre Nuestro no te va a ayudar.

-Ahora, la decisión la tienes tú...

-Me lo pensaré, Padre...

Un par de semanas después...

Aileen llegó al CaffeLatte unos cinco minutos antes de la hora acordada. No se lo creía ni ella, porque era la típica que siempre llegaba tarde. Ya podía levantarse media hora antes, o adelantar los relojes, nada de eso servía. Era impuntual por naturaleza.

Ella no conocía esta cafetería. Seguramente debía hacer poco que la habían inaugurado. Como últimamente estaba más ocupada por el trabajo y la Uni, se perdía muchas cosas de la vida. Necesitaba vacaciones ya.

Era la primera persona que le pedia un encargo y estaba nerviosa por si no iba a estar a la altura. No era lo mismo dibujar por puro placer que dibujar algo para otra persona. Esperaba estar a la altura.


-¿Aileen?

La rubia se giró al escuchar su nombre.

-Ey, hola! Tu debes ser Ellum ¿no?

-Sí, gracias por venir.

-Gracias a ti por llamarme, me hace mucha ilusión.

-Pues me salvas la vida. Vi tus dibujos, son preciosos, tienes mucho talento.

-Gracias, mira que por lo general no suelo enseñarlo, pero una amiga me animó y veo que ha sido todo un acierto. Si quieres pasamos dentro y tomamos algo mientras me dices que es lo que tenias en mente

-Si, vamos! Hacen un café muy bueno...

Aileen pensó que Ellum era una chica un tanto peculiar. Le gustaba su estilo, era similar al suyo.


-Y bien, dime que necesitas...algún boceto?

-Pues mira, vamos a dar un concierto y me gustaría que me hicieras los carteles para la publi y eso...

-Ah, que guay un concierto! ¿Qué estilo de música tocáis?

-Pues metal melódico, ¿te gusta? Tienes pinta jajaja...

-Me encanta el metal, el heavy, metalcore...bueno, ese estilo muscial, ya sabes.

-Bueno, como has visto, mis dibujos son oscuros, pero vamos que a vosotros os viene genial la verdad...Y ¿para cuando lo necesitas?

-Sii por eso te escribí, creo que eres totalmente de nuestro rollo. Pues aún no sé cuándo será, imagino que como muy pronto una semana o dos...¿te da tiempo?

-Sii, bueno a ver, estoy con la uni y el curro, pero dibujar es mi pasión y saco tiempo de donde sea. Así que no se te preocupes...

-Tampoco es nada muy complicado, es un rollo un poco bíblico. Seguro que conoces a Lilith, la de Caín...

-Si claro que la conozco. Pues me lo voy a pasar muy bien con este pedido. Es el primero que me hacen y estoy entre nerviosa y emocionada...

-Jajajaja estoy segura de que te va a quedar increíble, estoy deseando verlo. Pues muy decir rollo, ella con la luna llena de fondo, sangre en la boca y sangre por el suelo el fondo el que quieras o sin. Confío en tu gusto.

-Vale, voy a disfrutarlo mucho.

-Y por supuesto estás invitada! Me encantaría que vinieras al concierto.

-Pues me gustaría, pero depende de como ande de curro. Es que estoy en una tienda de esas de gasolinera y ya sabes, los turnos van rotando y es un coñazo

- Por cierto... _Ellum ya espera un no, por probar que no quede_ ¿no conocerás a un violinista? Estoy desesperada por encontrar uno.

-Pues..._Aileen se lo piensa, hace mil que no toca_ yo toco, bueno, tocaba el violín cuando era una adolescente...Buen instrumento para un grupo, me encanta.

-¿¿¿En serio??? Sería solo una canción, ¡es muy especial! Llevo un montón de tiempo buscando alguien que la pueda tocar. ¿Te gustaría?

Aileen mira a esa nenita y piensa...Hace tanto que no toca. Recuerda lo bien que se sentía al hacerlo, era como una vía de escape cuando su padre se ponía más intenso de lo normal.

-Va, dale, me apunto. Que si no,me arrepentiré...¿Donde tocareis?

-En el Eliseo, ¿lo conoces?

-¡¡Guauuuu!! ¿Qué dices? ¿En serio?? ¡Como no lo voy a conocer, si lo conoce todo el mundo!

-Sí, el de Fernando Romson.

-¡¡Me muerooo!! Pues sí sí, cuenta conmigo, ya cambiaré turno o lo que sea para poder ir, porque esta oportunidad no se da dos veces en la vida.

-En cuanto tenga el boceto te mando una foto, y ya me dices si sigo o no.

-¡Bieeen! ¡¡¡Que alegría me has dado!!! Vale esperaré noticias tuyas y te aviso para los ensayos, te pasaré la canción para que la escuches y en cuanto me la den te paso la partitura.

-¡¡Perfectoo!! Ahora que pienso, me dejé mi libreta de dibujos en una iglesia..._Aileen pone cara de circunstancia_ pero iré a buscarla y espero encontrarla.

-En una iglesia? _Ellum se ríe y se acuerda de Abel_ eres Cristiana?

-Que va...lo que pasa es que me perseguía un capullo y me metí allí para despistarlo...Es un poco surrealista pero es cierto jajajaja...Cristiana yo...ni muerta!-Aileen ríe.

- Ja ja ja, buen sitio para esconderse. La próxima vez me llamas y le parto las piernas...

-Lo tendré en cuenta _Aileen que mira su boca con disimulo ve unos colmillos y no sabe que pensar, seguro que son postizos_

Después de terminar su café, ciertamente estaba bueno, las chicas salen fuera para cada una irse a su casa. Pero antes de eso, se hicieron algunas fotos de postureo, seguro que para colgarlas en instagram después.



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La mañana empezó como todas para Ian. Se sentía cansado mental y físicamente. Si bien era cierto que el trabajo de sacerdote no era el más cansado del mundo ni en el que más esfuerzo hacía, sí era cansado mentalmente. En especial cuando los feligreses confesaban sus absurdos pecados.

Tener pensamientos con la vecina del quinto no debería ser considerado un pecado, pero ya lo decía el noveno de los diez mandamientos "No consentirás pensamientos ni deseos impuros" Pero la gente se tomaba las cosas muy a pecho. Los pensamientos no se podían controlar tan fácilmente, ni los sueños, ni los deseos. Eran cosas que escapaban al control humano.




Hacía poco que se había mudado. El antiguo apartamento donde vivía estaba en una mala zona de la ciudad. Y este, que era más pequeño que el anterior, le había salido muy bien de precio debido a un incendio en el bar que tenía al lado.

No era una vivienda como tal, era un local pero reformado para poder vivir. Y a él lo que le había llamado la atención era un almacén que había pared con pared, que con el tiempo se adueñaría de el. Aún no había sacado su moto del taller, pero cuando lo hiciera necesitaría poder guardarla en algún lugar.



Aileen se había saltado la clase para ir a recoger el cuaderno de dibujos y así poder plasmar lo que tenía en mente.

Estaba nerviosa por todo. Pero no le iba a dar más vueltas.


A sus fosas nasales llegó el característico olor a iglesia, velas, incienso, pecados tapados bajo el secreto de confesión...Y todo eso, sin entender por qué, le producía una sensación extraña en la boca del estómago.

No había nadie dentro, ni tampoco rastro del cura. Bueno, tampoco lo necesitaba a él, solo quería buscar sus cosas, a ver si con un poco de suerte aún seguían en el mismo banco donde se las olvidó. Caminaba casi de puntillas, como con miedo de pisar

-Joder que cuadro más feo...¡Qué horror!

Ian la observaba en silencio, inmóvil y atento a todos sus movimientos. Sabía bien lo que había venido a buscar esa chica. Le causaba curiosidad. Su pelo rubio le daba aspecto angelical, pero su manera de vestir y su descaro eran todo lo contrario.

-¿Hola? ¿Hay alguien? _Preguntó por fin Aileen, con una voz algo más aguda de lo normal_ He venido a buscar mis cosas que dejé ayer aquí.

Ian se estaba divirtiendo, no podía negarlo.

-Juraría que dejé el bloc por aquí...O ¿fue en otro banco?


-Por favor, por favor, que nadie lo haya cogido, si no me muero...

-Hola de nuevo, chica...

-Hola...Hace unos días me dejé mis cosas aquí, ¿las has visto?

-Sí, claro...Ahora te las traigo.

Pues menos mal que él había tenido el detalle de guardar el bloc. Suspiró aliviada. Ya estaba tranquila.

Ian se acercó de nuevo a donde ella estaba y le dio lo que había venido a buscar. Ella lo cogió y lo metió en su bolso.

-¡Gracias! Las daba por perdidas. Muchas gracias, Padre.

-¿Ahora me llamas Padre?

Ella se encogió de hombros sin saber que decir.

-¿Puedo ver lo que dibujas?

-No creo que sean dibujos que un cura deba ver.

-¿Lo dices en serio? ¿Crees que me voy a asustar?

-Bueno...no sé...¿Por qué quieres verlos?

-Pues si te digo la verdad, no lo sé, pero me da mucha curiosidad _admitió sincero Ian.

-No suelo enseñar mis dibujos a casi nadie porque es algo...muy íntimo. Es una vía de escape y solo mi mejor amiga los ha visto y no todos. Lo siento.

-Oye, no hace falta que te disculpes. Es totalmente comprensible, solo soy un desconocido y sacerdote, además. No tienes que darme explicaciones.

-¿Puedo hacerte una pregunta? _Aileen le habló con algo de timidez en ese instante_

-Claro.

-¿Por qué decidiste ser..._no supo bien como continuar la frase y movió las manos de arriba abajo un par de veces_ bueno, ya sabes...Cura?

-Te lo contaré cuando me enseñes tus dibujos.

-¡Touché! _Sonrió Aileen mirándole a los ojos_ Muchas gracias de nuevo por guardar mis cosas.

-No hay de qué.

Aileen se dio la vuelta y antes de salir de la iglesia se giró para despedirse de él.



Llevaba varios días esperando a que el chico de la otra noche apareciese. Desde que el se confesó, no había dejado de pensar en sus palabras. Y quería ayudarle...Solo esperaba que el chaval aceptase su oferta de ayuda.

Desde que saliese de su infierno particular, siempre había intentando ayudar a personas con problemas similares a los suyos. Sabía que salir de la droga no era fácil. Era un camino duro, con muchas piedras y muchas recaídas, por eso sentía empatia por todos ellos.

*NOTA: En esta historia salen otros personajes que también tienen sus cositas que contar. Si quieres saber más sobre ellos, aquí te dejo el enlace a sus blogs y a sus cuentas de IG por si quieres estar al tanto de todo.

BLOGS


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2 Comments


Yrandsims
Yrandsims
Jan 29, 2022

Siempre.una ayuda viene bien y abel ta mu perdio. Y bien al fin podran ver los bocetos 💪💪

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Unknown member
Jan 26, 2022

Ay, señor... Q decidirá Abel?? Estoy más q segura q Ian le ayudaría a ver un poquito más la luz al final del camino... Ojalá le de la oportunidad ❤️

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