Capítulo 18

Aprovechando que mi novia está pasándoselo en grande junto a sus amigas, y muy bien que hacen por cierto, retomo de nuevo el boxeo y el ejercicio físico.

Bueno, el ejercicio no lo he dejado completamente, solo que ahora hago de otro tipo y es igual de efectivo y más placentero.

Las clases siguen siendo un puto coñazo, pero no puedo hacer nada para evitar eso. Si quiero ser doctor algún día tendré que esforzarme. Pero, joder, después de haber estado en Selvadorada y haber disfrutado de esos días de calma y aventuras, todo se hace más cuesta arriba.

Lo que me hace pensar en Nia y su desafortunada caída. Ella aún no ha despertado y estoy preocupado. Gian está con ella todo el tiempo, sé que está en buenas manos.

-¿ Y ahora quién coño es?

-¡¡Soorpreesaa!!

-WTF....

¡Me cago en mi vida! No sé qué narices hace aquí Bianca, pero es la última persona a la que esperaba ver.

No sé si dejarla entrar, porque me juego el cuello a que me intenta camelar. Vamos, como si lo viera...

-¿Me vas a dejar entrar o qué?

-No sé si debería...

La veo venir. Es que es tan jodidamente predecible. Y me mira, la muy hija de puta, intentando averiguar qué es lo que pienso. Porque cree que aún tiene algo de poder sobre mi.

-¿Qué coño quieres, Bianca?

Se la respuesta, pero aún espero a que me sorprenda y haya venido a decirme algo importante de verdad.

-¿En serio tengo que contestar a eso? La última vez que nos vimos...

-La última vez que nos vimos - le interrumpo - dijimos que lo dejábamos tal y como estaba. Es decir, en nada. Y desde ese día hasta ahora han cambiado mucho las cosas.

-Bueno, tampoco es para que seas tan borde conmigo, Óskar...Yo solo...

-Mira, Bianca, sé para qué has venido. No soy tonto ¿sabes? Se de que pie cojeas ya...Y sinceramente has hecho un viaje en vano.

Pero ella no me contesta de inmediato. Se queda callada mirándome fijamente. Está buscando la manera de provocarme. Me sé todos sus pasos a seguir, no tiene misterio para mi.

-¿Estás seguro de lo que dices? Sabes que siempre hemos funcionado mejor en la cama que fuera de ella...

Ahí está. Ya tardaba...Siempre intentando "ganarme" con eso. Pues lo siento, pero ya perdiste tu momento.

-Vete. No me interesa lo que me tienes que decir. Ya me aburres con el mismo tema siempre. Y para tu información, follo mucho y estoy muy bien servido.

-Lo que pasa es que te gusta que te vaya un poco detrás....

-Lárgate, Bianca. Lo digo en serio.

-Óskar...por favor, no te hagas el duro...

Separo sus manos de mi y me doy la vuelta para encararla. Para hacerle entender, de la mejor de las maneras, que ya se acabó todo entre nosotros.

-Por favor, Bianca...

-Deja a la estúpida esa del pelo azul pitufo, Óskar. Si encima no está ni contigo. Se ha largado a Sulani con sus amiguitas a provocar a todos los tíos.

Por ahí si que no paso. Que se meta conmigo me suda la polla, sinceramente. Que intente camelarme me da risa y algo de lástima por ella también. Pero que diga esas cosas de Blue, sin estar ella presente y sin conocerla, no. Eso me toca los cojones soberanamente.

-Así que es eso ¿no? Vienes a mi casa a soltarme estas mierdas...

-Óskar...

-Cállate... ¡Me tienes hasta la polla! ¡Contigo siempre ha sido así. Cuando ves que pierdes lo que de verdad te hace bien, intentas llevarlo a tu terreno con miraditas y palabritas!

-¿¡Te crees que tienes derecho a venir aquí y decir esas cosas de mi novia!? ¡Porque para que te enteres, hermanita - y recalco bien esa palabra - Blue es mi novia, por mucho que te joda escucharlo!

-¡Y ya estoy harto de tus mareos! Bueno, sinceramente, ahora me da igual porque no vas a conseguir que caiga arrodillándome a tus pies como tiempo atrás. Ya no soy ese niño enamorado e imbécil.

Y de repente Bianca se acerca y se pega a mi cuerpo. Noto como tiembla, de los mismos nervios, de miedo...Y no, no siento nada. Solo frustración.

-¿De verdad esto tiene que terminar así? - susurra Bianca mas para ella que para mi -

-Dime que es mentira, Óskar, que no la quieres, que es solo un pasatiempo...Que estás aún enamorado de mi...

-Bianca...

Ya no me conmueve, si acaso lo que me da es pena por ver como va perdiendo la dignidad. Ella nunca saldrá de su zona de confort. Y aunque lo haga, ya no la quiero. No me hace sentir lo mismo que antes. Todo lo que sentí por ella en algún momento, se ha esfumado, ha muerto...Se ha secado.

-¿Quieres que te diga eso? ¿Que te mienta descaradamente a la cara?

Y sé que no está bien lo que voy a hacer, pero mi lado perverso me insta a ser un cabrón hijo de puta. A ver si así me odia y se olvida de mi, por su bien y por el mio. Porque no quiero más numeritos como este. Porque ahora, por primera vez en mucho tiempo, soy feliz al lado de alguien que me acepta tal y como soy y no quiero perderla.

-Cierra los ojos...

-Vas...¿Vas a besarme?

-Shhh...

Claro, eso es lo que te gustaría a ti. Que te besara y te follara aquí mismo, salvajemente, para después darme la patada y volver a encerrarme en tu cajón de la vergüenza.

-¿Óskar?

Está excitada, se le nota. Se muerde el labio inferior de manera nerviosa y expectante. Realmente cree que voy a besarla. Y no tiene ni idea de lo hijo de puta que puedo llegar a ser...

Agarro su cara con fuerza, y la acerco a mi unos centímetros, para que no le quepa duda alguna de mis palabras.

-Blue es la mujer de mi vida....La quiero con locura.

Bianca se retuerce intentando apartarse, pero yo no he terminado de hablar, así que aprieto un poco más las manos, para retenerla. Estoy siendo duro, lo sé, pero...no puedo evitarlo. Hay una parte de mi que quiere hacerle daño, herirla con palabras, devolverle toda la humillación que me ha hecho sentir con sus desplantes.

Me siento egoísta, sé que no debería comportarme así, porque podría decirle las cosas de otra manera. Pero lo necesito ¡Joder!

-Ya no te quiero Bianca...Eres egoísta, solo piensas en ti. Lo único que has cogido de mi ha sido mi polla, lo demás lo has usado a tu puto antojo, lo has pisoteado y después lo has desechado sin más..

-¡¡Cállateeee!! ¡¡Cállatee!!

-Te mereces que alguien te haga lo mismo que tu me has hecho. Que se rian, que te den falsas esperanzas, que solo te busquen para follar....

Y perdona, hermanita, no quería putearte, pero no tienes ningún derecho a venir a mi casa a provocarme y tocarme los cojones...

-¡¡Cállateee!!

La suelto y me doy la vuelta. No suelo ser así de cabrón, y mucho menos hacerme la víctima como acabo de hacer, pero a veces hay que tomar medidas drásticas para obtener buenos resultados. O al menos los que uno espera.

-Lárgate de mi casa, Bianca. Para mi ha muerto la mujer que veía en ti. A partir de ahora solo serás mi hermana, que es así como debería haber sido siempre.

-Cállate... susurra con un hilo de voz.

Y sin decir nada más, abre la puerta y se va, dejándome solo. No me arrepiento de nada sobre lo que acabo de hacer.

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No sé cuantas horas han pasado desde que he salido de su casa. Es que ni siquiera he tenido fuerzas para regresar a la estación. Me he quedado en su barrio, como una imbécil...Llorando.

Se acabó. Y esta vez es verdad. He estado haciendo el gilipollas todos estos años, creyendo que siempre caería a mis pies y lo único que he hecho ha sido alejarlo.

-Ey... ¿Estás bien?

-Sí...No....no...

-¿Necesitas ayuda?

-Si tienes algo para olvidar, sí...No me vendría mal...

-Bueno, eso es fácil, seguro que en cualquier bar encontramos lo que necesitas.

-Si, una borrachera de las gordas es lo que necesito, seguro que me ayuda...un rato...El resto de días no lo sé...

-¿Vamos y me lo cuentas?

-¿Tu que dices, nos la llevamos?

-¡Guau guau!

-Él manda, ven...

No suelo hacer esto de buenas a primeras, pero el chico parece no tener malas intenciones...Solo hay que ver como interactua con su perro. Va, me voy a lanzar a la piscina...Total, no tengo nada que perder...